lunes, 12 de enero de 2009

dieciocho

Las Flores, 2 de septiembre de 1995

Querido Totó: Pocos siguieron. Como si la vida nos hubiera servido para llegar a alguna otra cosa que a un paso efímero por el papel de algún diario que se nos dedicó. Puedo decir que no te he esperado durante todos estos años, pero que cuando miro la carta me dedico a preparar la casa... por si llegás.
Aunque sé, y no es un secreto que lo sé, que nunca llegarás, que no vendrás más, que cuando busco y miro las fotos sólo encuentro las sonrisas que ya no harás, las muecas de aquellos niños que fuimos.
Pero es que en la carta me pedías la revancha de aquel partido que te robé al cabecear justo cuando pasaba Martita. Gol y a cobrar... y a cobrar el paquete de figuritas con los jugadores de la Primera... ¿qué será de Martita ahora?, ¿De aquellas figuritas?, ¿De aquel álbum que entregamos en el kiosco de Gabarné y de la pelota que nunca vino?...
Sé que no vas a volver pero, como en la película Cinema Paradiso, cuando Alfredo, el viejo, le pide a Totó que no vuelva, yo siento que alguna vez, quizás, encuentres la puerta y te aparezcas con los pantaloncitos verdes a jugar “el cabeza”, como hace ese adulto en que se convirtió Totó.
Yo, por las dudas, preparo la casa y dejo sobre la mesa aquella carta, mis “cortos” y una pelota de gajos cosidos por Larretape. Para jugarte la revancha, aunque todo parezca indicar que será inútil, que no volverás... en el cajón de la mesa de la cocina guardo los recortes de la guerra, tu nombre en la lista, y la tapa en donde vamos ganando.

Yo no pude recoger los pedacitos que el cura censuraba, los fragmentos en que quedó hecha la carta que le mandaste a Martita aquella tarde, cuando la interceptó el papá. No pude alcanzar a grabar tu voz contando que estabas bien, que la colimba no es la guerra, que quedate tranquila mamá... No me alcanzó la guita para comprar el diario en donde salieron todos los compañeros de la secundaria recordando tus “hazañas” en el patio... No. Sólo logré rescatar aquellos recortes, tu nombre en la lista y la tapa...
Sé que Cinema Paradiso es una película, pero ese Alfredo logró juntar los besos y destruir el recuerdo haciéndolo alegato. Y yo sólo te ofrezco estos despojos del pibe que conociste. Que aún te espera, todo pasado, para jugar un picado que exorcice mis recuerdos y niegue la historia.

Querido Totó, esto no es una película, esta no es una carta que voy a mandar, esto sólo es lo que grito cuando nadie me escucha, cuando abro el cajón de la mesa de la cocina, cuando detengo el tiempo y me permito hablarte.
Luego pienso en serio en vos, encaro al cura, a los padres de las martitas, voy a la radio, me encuentro con los compañeros... y les arranco los fragmentos censurados.
Como vos lo hacías.

4 comentarios:

  1. Hola Carlos, qué bueno que estés escribiendo este blog. Besos.

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  2. Carlitos, Gordo, Hermano, Héroe, todo te cabe, gracias por esto, muchas gracias, ojalá estas lágrimas sirvan para limpiar toda la mierda que sistemáticamente tiraron sobre la verdad, tu verdad, la nuestra.

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  3. ahí vamos... sin nada de heroísmo pero con un montón de deudas de verdad... esas que se sienten en el cuerpo y que sólo las palabras dichas empiezan a remendar...

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  4. HOLA.Te conocì en Com Riv. en una càtedra.Siempre recuerdo cuando te presentaste y dijiste que todos tenemos un tema del que hablamos y pensamos que nos define, y que el tuyo es Malvinas.Quiero agrdecerte que compartas la VERDAD profunda de quien lucha con valentia y humildad. Por sus compañeros, por la Patria, por la vida.Ale Carrizo

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